18 / 04 / 2024

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¿Qué hacer ante las manías?

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MANIAS INFANTILES 1

¿Qué hacer ante las manías?

Cuando un niño tiene una manía, sus padres están muy pendientes de lo que hace para recriminárselo, cayendo en el error de pensar que con una regañina el niño dejará de hacerlo. Nada más lejos de la realidad. Señalar el comportamiento hará que se repita. El primer paso, por tanto, será evitar decirle nada que tenga que ver con el hábito a cambiar cuando el niño lo lleve a cabo.

Al contrario de lo que ocurre con otras conductas inadecuadas, ignorar estos hábitos tampoco soluciona el problema, porque el objetivo del niño no es llamar la atención, sino calmar su ansiedad.

No es eficaz ignorar la manía, como tampoco lo es mostrar reacciones excesivas cuando aparece, porque éstas le otorgarán más importancia de la que tiene y el niño descubrirá la preocupación que genera su comportamiento, lo cual le servirá para repetirlo y mantener pendientes a sus progenitores.

La reacciones excesivas, como reírse de las manías, enfadarse o criticar al niño, tienen el efecto contrario al deseado, porque aumentan la frecuencia de la conducta. La actitud paterna debe ser tranquila a la hora de corregir la manía.

¿Qué hacer ante las manías?

  • Distraer la atención del niño hablándole o proponiéndole alguna actividad que sea incompatible con el comportamiento. Por ejemplo, si se chupa el dedo, se le puede pedir que sujete algo con las manos.
  • No señalar el comportamiento, y mucho menos en público.
  • Acercarnos y, sin decir nada pero de forma firme, hacer un gesto que le impida seguir con la manía. Por ejemplo, si se mete el dedo en la nariz, retirarle la mano y seguir con lo que estábamos haciendo.
  • Establecer con él una palabra clave que le recuerde que tiene que dejar de hacerlo, como stop.
  • Reforzar con una frase de aliento seguida de una sonrisa o una caricia cualquier comportamiento que signifique vencer la manía.
  • Repetir estas pautas cada vez que el pequeño lleva a cabo el comportamiento que queremos evitar.

Si después de aplicar estas pautas la conducta no disminuye, habrá que plantearse intentarlo más adelante, cuando el niño sea un poco mayor, o evaluar cuánto de dañino tiene la manía para el pequeño y, si no es mucho, aceptar que siga con ella. Son muchos los adultos que mantienen manías desde pequeños sin que les incapaciten.

Las manías son muy resistentes y cuesta mucho que desaparezcan. Conviene tener paciencia y no desesperarse. Hay que mantener las actitudes descritas, combinarlas o aplicarlas según el efecto que vayan teniendo en el niño, lo importante es la constancia.


¿Qué hacer ante las manías?

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