suscríbete: Entradas | Comentarios
Chuparse el dedo
Aunque es un hábito normal durante los dos o tres primeros años de vida, puede ser un problema si, pasada esta etapa, el pequeño sigue haciéndolo, porque tal vez le deforme la boca, le dificulte el habla, le haga parecer infantil, provoque que se burlen de él o dificulte su crecimiento.
La manía de chuparse el dedo sólo es preocupante si la conducta aparece muchas veces a lo largo del día, si la realiza incluso cuando está haciendo alguna actividad que se ve dificultada por esta manía y, por supuesto, si llevarla a cabo le produce algún tipo de herida o lesión.
Algunas estrategias útiles para, al menos, disminuir la frecuencia con que el niño se chupa el dedo son:
– Ponerle guantes, sobre todo cuando la conducta se produce durante el sueño y el niño no tiene conciencia para controlarla.
– Pintarle la uña del dedo o ponerle un esparadrapo para que le sirva de recuerdo y evite la conducta.
– Finalizar una conducta placentera para el niño cada vez que empieza a chuparse el dedo: apagar la tele, quitar la música que está escuchando o levantarse y dejar de jugar con él. No hay que recriminar ni señalar su comportamiento. Simplemente, reanudaremos la actividad cuando deje de chuparse el dedo.
– Determinar en qué situaciones concretas se produce y establecer un sistema de puntos que le premie cuando no lo haga. Por ejemplo, si ve una película sin chuparse el dedo, gana un punto. Las técnicas de economía de fichas suelen dar buenos resultados.
Chuparse el dedo.
ATENCIÓN PSICOLÓGICA Y EDUCATIVA A DOMICILIO
en Barcelona, Sant Cugat, Sabadell, Terrassa, Vallès Occidental.