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Establecer normas
Al niño hay que recordarle constantemente las normas de casa y de fuera. Para establecer normas de forma correcta conviene escribirlas de forma muy clara y colgarlas de la pared de su habitación, donde pueda verlas. En este caso es mejor pecar de pesadez e insistencia.
Se le puede pedir que repita en voz alta las normas para cada situación antes de que ésta se produzca. Es bueno que el ritual de repetir se convierta en un hábito que el niño lleve a cabo aunque los padres no estén delante. Esto le entrenará el diálogo interior y las auto-instrucciones.
Las normas deben ser pocas y muy claras. Han de especificar la conducta que se espera del niño y las consecuencias de su incumplimiento. Conviene seleccionar algunas y, cuando el niño las haya interiorizado, pasar a otras. Pero hay que recordar que las normas son para todos, incluidos los padres.
Cuando un niño presenta problemas de impulsividad, necesita que le enseñen claramente qué es lo que no se puede hacer.
Se presenta a continuación un listado de normas que pueden servir para casa.
Se trata de que puedas elegir las que mejor reflejen lo que hacen tus hijos y explicarles lo que ocurrirá si se producen esos comportamientos.
Para evitar conductas agresivas:
No dar patadas.
No morder.
No pegar.
No poner la zancadilla.
No romper ni estropear.
No insultar.
No hacer gestos amenazantes.
No amenazar verbalmente.
Para respetar a los demás:
No gritar.
No interrumpir a los otros cuando hablen.
No hacer ruidos.
No hacer el payaso: gestos, posturas raras, imitar al profesor…
No romper las cosas de los otros.
Para saber estar en casa:
No saltar.
No correr por la casa.
No andar a gatas.
No dar vueltas.
No columpiarse.
Para permanecer tranquilo y sentado:
No balancearse.
No arrodillarse sobre la silla.
No ponerse en cuclillas.
No escurrirse del asiento.
Es importante que los padres sepan dar órdenes.
Establecer normas en casa.
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en Barcelona, Sant Cugat, Sabadell, Terrassa, Vallès Occidental.
Me parece un artículo muy interesante