24 / 04 / 2024

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Defender los derechos propios

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Defender los propios derechos

Para aprender y practicar la defensa de nuestros derechos es indispensable que los tengamos claros y presentes, es decir, que previamente tenemos que aprender a recordarlos y a reclamarlos.

Defender nuestros propios derechos implica informar y reclamar nuestros derechos a los otros cuando no nos sentimos tratados con justicia, cuando hacen alguna cosa que no nos hace sentir bien o, simplemente, cuando no sentimos respetados nuestros derechos, sea de manera intencional o accidental.

El comportamiento asertivo  implica defender los derechos propios y respetar los derechos personales de los otros. Por tanto, tenemos que reconocer estos derechos para aprender a reclamarlos, defenderlos y respetarlos en los otros. Frecuentemente, hemos de empezar por reclamar para nosotros unos derechos que solemos desconocer o desconsiderar.

El hecho de aprender esta habilidad suele producir, a la persona que la practica, un aumento de su autoestima y un mayor sentimiento de autodefensa y fortaleza.

Tenemos derecho a tener y cambiar de opinión y de ideas, a tomar nuestras propias decisiones, a equivocarnos, ser tratados con respeto, quejarnos, DECIR NO,  a interrumpir para pedir que te aclaren las cosas, a tomarte tiempo para tranquilizarnos y pensar, a negociar para cambiar, a no tener que justificarnos delante de los otros, a tener y expresar nuestros sentimientos, a pedir información, a sentirnos bien con nosotros mismos, a reclamar nuestros derechos, a ser como somos.


Defender los derechos propios.

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