El refuerzo positivo de las conductas

El refuerzo positivo de las conductas se emplea para incrementar la frecuencia de una respuesta mediante un refuerzo consistente en proporcionar un estímulo gratificante al niño.

Cuando el niño realiza la acción deseada se le refuerza con alguno de estos medios o reforzadores, según lo que a él más le agrade:

• Elogiar su conducta, mediante expresiones como » – Muy bien», » – Estupendo», u otras parecidas que demuestren aprobación de la misma.

• Gestos de aprobación de sus actos, como sonrisas, asentimiento de cabeza, demostración de alegría o satisfacción por su acción.

• Premios diversos, como objetos, regalos, fichas o puntos (canjeables después por otros objetos).

• Cosas agradables, como oír música, ver un programa de televisión, asistir a una reunión, etc.

• Reconocimiento de su acción por otras personas.

El refuerzo de la conducta debe proporcionarse lo más inmediatamente posible, al menos al principio del tratamiento. La entrega del reforzador puede aplicarse todas las veces que el niño actúe correctamente (refuerzo continuo) o solamente algunas (refuerzo intermitente).

El refuerzo positivo se puede presentar en distintas modalidades:

. Programa de razón fija.

. Programa de razón variable.

. Programa de intervalo fijo.

. Programa de intervalo variable.

Orientaciones sobre el uso de los premios:

1 Definir bien lo que se espera y el premio que se puede conseguir. Luego, cumplir lo pactado.

2 Proporcionar premios acordes con el esfuerzo realizado y con las posibilidades razonables de la familia.

3 Plantear la obtención del premio a corto plazo para los más pequeños.

4 Proponer  premios alcanzables. Sólo son útiles si se confía en alcanzarlos.

Ten en cuenta que tanto los premios como los castigos pueden presentar contraindicaciones y efectos secundarios.

 El refuerzo positivos de las conductas.

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