Modalidades del refuerzo positivo

Las distintas modalidades que presenta el refuerzo positivo son:

. Programa de razón fija.

. Programa de razón variable.

. Programa de intervalo fijo.

. Programa de intervalo variable.

Programa de razón fija

Cada cierto número de veces que el niño realice la respuesta deseada se le concede un refuerzo. Al comienzo de un programa se le deberá reforzar todas las veces que se produzca la conducta deseada. Conforme se avanza en el programa, podrá ir aumentándose de forma paulatina dicha razón fija. Es una modalidad eficaz, por la que suelen comenzar la mayor parte de los programas, aunque después se cambie de modalidad. Cuando se suprime el refuerzo, suele extinguirse la conducta con más facilidad que con las otras modalidades. Un ejemplo de este programa puede ser el «sistemas de puntos convertibles de premios«.

Programa de razón variable

En este caso se varía la proporción de respuestas correctas por cada refuerzo, de manera que el niño no sepa cuándo va a recibirlo. Es un procedimiento muy eficaz para lograr la modificación de la conducta, ya que todas las respuestas del niño se realizan con la expectativa del posible premio, al desconocer el momento en que se producirá. Incluso cuando se suprime el refuerzo, resulta difícil la extinción de la respuesta.  Ejemplo de esta modalidad es el típico «si te portas bien podrás elegir el premio».

Programa de intervalo fijo

Se le proporciona el refuerzo siempre que el niño realice la conducta deseada durante un espacio de tiempo fijo. Esta circunstancia es independiente del número de veces que lo haga. Su eficacia es discreta, ya que puede habituarse, con una sola acción, a esperar el refuerzo en el tiempo que, por repetición, llega a conocer. Al suprimir el refuerzo se produce la extinción con rapidez. Un ejemplo de esta modalidad son las «asignaciones económicas semanales».

Programa de intervalo variable

En esta modalidad se aplica el refuerzo en intervalos de tiempo variables siempre que, durante los mismos, el niño responda con la conducta deseada. Es un procedimiento más eficaz que el anterior para la modificación de la conducta, ya que el niño desconoce cuándo se va a producir el refuerzo, y ello le obliga a obrar correctamente de modo permanente. Cuando se suprime el refuerzo, la extinción se produce con lentitud. Ejemplo de esta modalidad son los «exámenes sorpresa» que ponen algunos profesores.

 Modalidades del refuerzo positivo.

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