Aprender a relativizar

De las diferentes estrategias de afrontamiento positivo cabe destacar la de aprender a relativizar.

Esta sencilla técnica contiene tres pautas:

1ra. No acumular: si observamos que tenemos tendencia a acumular acontecimientos «en sentido vertical», sumando hechos y sucesos normales de la vida, y hacer «una montaña», es importante poner las cosas en tres dimensiones, cada una por su parte, y no pensar en términos como: » – Y encima sólo me faltaba esto». Que nuestra pareja esté enfadada, que el niño haya suspendido cuatro asignaturas y que la compañera de trabajo esté enferma no son acontecimientos que se tengan que relacionar entre si, y menos tenemos de añadir un «…y encima se estropea el coche». Entonces nos tendríamos que preguntar ¿encima de qué?

2da. Marcar la distancia en el espacio: es una práctica adecuada cuando observamos una tendencia a la preocupación excesiva o a exagerar la importancia de determinados acontecimientos propios o ajenos. Observa como tu sillón puede viajar a la Luna. Desde allí puedes observar la Tierra: más de 6.000 millones de personas … visualízate en allí abajo, preocupado. Esta técnica nos puede ayudar a no sobredimensionar y a relativizar las preocupaciones excesivas.

3ra. Marcar la distancia en el tiempo: Valora tu realidad actual desde una perspectiva temporal diferente; puedes hacerlo desde la perspectiva del pasado o desde la perspectiva del futuro. Racionalizando la realidad actual desde el pasado o desde el futuro podrás observar las diferencias. Esta estrategia te ayudará a relativizar tus cogniciones exageradamente negativas o que afectan en exceso tu estado de ánimo.

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Aprender a relativizar.

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