¿Cómo educar las normas y los hábitos?

¿Cómo educar las normas y los hábitos?

El niño debe asumir su responsabilidad como miembro de la familia, del grupo clase, etc. Cuando el niño nace desconoce las normas y pautas de comportamiento y el papel de los adultos es estimular su progresiva madurez con normas claras, pautas o hábitos y valores prosociales.

Si al niño se le educa bajo la sobreprotección (dejar hacer, aunque sea sólo un cónyuge) se actúa con permisividad, produciendo como efecto egoísta y oportunista en el niño, cosa que impide su desarrollo hacia la madurez y le crea una sensación de incapacidad (por hacérselo todo) reduciendo su autoestima y bloqueando su crecimiento emocional. Será un niño inseguro que no tiene ningún nivel de autonomía, ni participa de forma autónoma en las actividades del grupo escolar o de amigos.

El autoritarismo (imposición / sanción) es otra forma patológica de educar; aunque sólo lo ejerza un miembro de los adultos que lo educan. El castigo está casi siempre presente. Los efectos que esto produce en el niño son el conformismo o rebeldía, por la ansiedad que se genera.

La autoridad (razonada o pactada / retira algo que le gusta), es la forma adecuada de educar. Está a medio camino entre el autoritarismo y la sobreprotección. La autoridad y firmeza son necesarios para promover valores y capacidades, promueve la progresiva madurez y la responsabilidad. Aquí los hábitos juegan un papel importante. La disciplina no autoritaria evita la amenaza y el castigo, ya que el niño posee disciplina interior. Es importante crear un clima familiar afectivo. El niño, para tener una buena autoestima, necesita tener la creencia de que se le valora y respeta, esto le produce seguridad en sí mismo y le proporciona estabilidad emocional.

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