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¿Qué puedo hacer con los tics de mi hijo?
¿Qué puedo hacer con los tics de mi hijo?
Los tics y la tartamudez son casi normales en niños de 3-4 años. Pero entre los 7 y 10 años, si dura varios meses, lo mejor es consultar a su pediatra o médico de cabecera.
A menudo aparecen alrededor de los 6-7 años y la mayor frecuencia ocurre en los músculos de la cara: la oclusión de los párpados en el parpadeo, la contracción de las mejillas o labios (succión, masticación, morderse los labios, lamerse los labios, etc.), el movimiento del cuello (asiente con la cabeza, la rota …) o el hombro (encoge uno o los dos hombros, etc.). Silbar, toser, carraspear, forman parte de los llamados tics respiratorios o fonatorios. Estos movimientos o sonidos se ven agravados por el estrés y desaparecen durante el sueño. Pueden ser transitorios (reacción al estrés como una separación) o crónicos o intermitentes (desapareciendo por un tiempo y volviendo cuando se pensaba que estaban superados).
Estos movimientos son repetidos y estereotipados, involuntarios y no deseados y ocurren a menudo en respuesta a una situación estresante (el Tic puede entenderse como una liberación de algún tipo de tensión: cambios de escuela, la llegada de un nuevo miembro a la familia, la muerte de un familiar próximo, tensiones y conflictos en la pareja …). Todas las circunstancias que crean inseguridad pueden estar involucradas en la producción de tics, de ahí la importancia del entorno familiar y escolar.
El origen puede ser muy diverso y difícil de definir. Pero aún sin identificar una causa específica, podrás ayudar a tu hijo haciéndole consciente de su capacidad para controlar sus movimientos.
Sentirse seguro y no culpable es esencial
Existen diferentes y complementarios tratamientos: la relajación psicomotora, la terapia conductual o la psicoterapia … El médico le aconsejará el método más apropiado.
La práctica de un deporte no es una terapia en sí misma, pero permite que el niño tenga una mejor comprensión de sí mismo, de su cuerpo, a través de una actividad lúdica.
La mayoría de los tics son limitados, no causando graves dificultades sociales y académicas.
Sólo en casos raros, hay una estructura mental obsesiva.
¿Cómo evolucionan?
Por lo general, los tics simples, de baja intensidad, sin impacto social, pueden tener una duración que oscila entre varias semanas a menos de un año.
Su evolución es imprevisible: pueden aparecer y desaparecer espontáneamente, reaparecer intermitentemente, cambiar de lugar o establecerse de forma más o menos permanente.
Algunos tics persistentes no desaparecen hasta la adolescencia.
Una predisposición familiar es común, a menudo hay varios miembros en la misma familia que lo hacen.
Tratamiento
El tratamiento del los Tics puede ser un buen momento para identificar soluciones a problemas en la familia, en la escuela, en el sueño, en la alimentación, etc.
– Procura cuanto antes desactivar la situación.
– No culpes a tu hijo por tener tics.
– No te repitas constantemente para impedir la conducta. Provocará que se incremente.
– No castigues, no humilles, pensando que así lo solucionarás. No hieras, ni pierdas tiempo.
– La burla y el sarcasmo sólo aumentan los tics del niño cuya sensibilidad está a flor de piel.
– Las técnicas de relajación pueden dar buenos resultados.
Los tranquilizantes presentan efectos secundarios frecuentes (apatía, pasividad, dificultades académicas,…).
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