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Principios de la Terapia Multisistémica
Principios de la Terapia Multisistémica
Principio 1. En la evaluación de los problemas y del contexto es importante desarrollar un listado de las fortalezas y las debilidades o problemas del adolescente en cada uno de los diferentes sistemas: el individual, el familiar, el de los compañeros, el de la escuela y el de la comunidad; una vez establecido el diagnóstico, el especialista deberá desarrollar una hipótesis , teniendo en cuenta que todos los constructos o factores relevantes deben ser concretos y medibles; la hipótesis debe ponerse a prueba al evaluar los efectos de las intervenciones derivadas de la misma. El objetivo fundamental de la evaluación es comprender la forma en que interactúan los problemas identificados, y el contexto sistémico.
Principio 2. Para lograr que se mantenga el clima positivo de fortaleza y de cambio el terapeuta debe compartir esta actitud optimista y transmitirlo de forma realista en todo contacto terapéutico; existen algunas acciones concretas que ayudan a mantener la fortaleza: primero, no utilizar términos peyorativos al hablar o escribir sobre el paciente, por ejemplo, los y las adolescentes no se ven «resistentes al tratamiento», sino que muestran un «desafío al tratamiento»; segundo, cuando el terapeuta tenga problemas para identificar aspectos positivos en el adolescente o en la familia deberá solicitar apoyo a su equipo de trabajo; tercero, el terapeuta debe enseñar técnicas para visualizar positivamente las situaciones o conductas y cuarto, debe mantener una actitud continua de búsqueda de soluciones, ofrecer una esperanza racional de mejoría y buscar y destacar lo que la familia hace bien. Los contratos terapéuticos destacan lo positivo y la fortaleza del abordaje sistémico para lograr el cambio.
Principio 3. Muchos padres se preguntan cuáles son las responsabilidades que deben tener sus hijos, y parece existir un acuerdo: respetar las reglas familiares y sociales, asistir a la escuela y esforzarse de manera razonable, ayudar en la casa y no dañar a otros. Las intervenciones están diseñadas para promover entre los miembros de la familia las conductas responsables y disminuir las irresponsables.
Principio 4. Al orientar a la familia hacia el logro de los objetivos y enseñarles esta técnica, se busca que sus integrantes logren generalizarla; es importante categorizar los objetivos que se pueden alcanzar a corto, medio y largo plazo, y las acciones que deben guiar al adolescente y la familia a la solución de los problemas. Las intervenciones están enfocadas al presente y orientadas a la acción sobre problemas específicos y bien definidos.
Principio 5. Al ser secuenciadas las intervenciones, se requiere de una elevada individualización para cada familia y se busca, por medio de las transacciones interpersonales, que ésta y sus miembros puedan vincularse con los diferentes sistemas. Las intervenciones están orientadas secuencialmente hacia los diferentes sistemas que mantienen el problema.
Principio 6. Las intervenciones deben adaptarse a la edad del niño o del adolescente con problemas disociales; para los niños y los adolescentes jóvenes se deben hacer importantes esfuerzos con el fin de aumentar el control de los padres; para los adolescentes mayores las intervenciones estarán orientadas a prepararlo para ingresar en el mundo de los adultos. Las intervenciones están diseñadas de acuerdo con el nivel de desarrollo del niño o adolescente y satisfacen sus necesidades de desarrollo.
Principio 7. El diseño de las intervenciones debe contener actividades diarias o semanales para cada miembro de la familia; el terapeuta se debe reunir cuantas veces considere necesario, hasta una diaria y, paulatinamente de acuerdo con el plan específico de cada familia, se retira del contacto, dando libertad gradual a la familia, pero permitiendo su eventual localización en caso de emergencias (radiolocalizador, teléfono móvil, etcétera). Las intervenciones están diseñadas para contar con el esfuerzo diario o semanal de la familia.
Principio 8. Cuando las intervenciones han sido bien diseñadas pueden empezar a dar resultados después de pocas semanas. Múltiples informantes y múltiples métodos deben ser utilizados para evaluar las intervenciones; se deben cuidar dos aspectos al seleccionar al informante para la evaluación: confiabilidad y validez de la información. La efectividad de las intervenciones se evalúa constantemente desde diferentes perspectivas, lo que permite superar barreras.
Principio 9. La perspectiva del terapeuta involucrado en la Terapia Multisistémica debe estar dirigida a que la familia pueda mantener los cambios logrados; algunas alternativas pueden ser enseñar las conductas o habilidades relevantes en el lugar donde normalmente experimenta la conducta el o la adolescente, entusiasmar y reforzar el desarrollo de habilidades que resuelvan problemas, encontrar a individuos en el medio comunitario del adolescente que refuercen las nuevas conductas de los miembros de la familia, hacerle ver a los demás significativos (maestros, familiares, etcétera) los cambios logrados y ofrecer un reforzamiento positivo cuando ocurra la generalización. Las intervenciones están diseñadas para promover la generalización del tratamiento y para mantener los cambios terapéuticos a largo plazo, al tiempo que refuerzan a los cuidadores en los diferentes contextos del sistema.
Algunos de los aspectos relacionados con el éxito de la TMS exigen de quienes la implantan el estar completamente relacionados filosófica y empíricamente con ésta, tener un entrenamiento intensivo y una dedicación total, además de contar con apoyos e incentivos institucionales.
Esta metodología terapéutica requiere iniciativa y colaboración de diferentes instituciones. Su éxito estriba en su atención multifocal orientada a los agentes relacionados con las conductas disociales.
El contexto de su intervención es natural y no creado en un centro de readaptación o de tutores, y busca cambios a largo plazo a partir de las estrategias de la Terapia Multisistémica.
Principios de la Terapia Multisistémica. ATENCIÓN A DOMICILIO en Terrassa, Sabadell, Rubí, Sant Cugat, Cerdanyola, Barcelona, Vallès Occidental.