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El desarrollo cognitivo del niño de 4 a 7 meses
El desarrollo cognitivo del niño de 4 a 7 meses
Se inicia en estos meses la asimilación de uno de los conceptos más importantes en el desarrollo de su inteligencia. El principio de causa-efecto. Probablemente topará con él de forma accidental entre los cuatro y los cinco meses de edad. Quizá se dé cuenta de que, cuando da patadas al colchón, la cuna se mueve. O quizá compruebe que el sonajero hace ruido cuando lo agita en el aire. En cuanto entienda que él puede causar unas reacciones tan interesantes, seguirá experimentando de otros modos para conseguir que pasen más cosas interesantes.
Tu hijo enseguida descubrirá que ciertas cosas, como las campanillas, las llaves o los sonajeros producen ruidos interesantes cuando se mueven o agitan. Cuando golpee ciertas cosas contra la mesa o las deje caer al suelo, desencadenará una secuencia de reacciones entre los que los que están con él, desde caras divertidas hasta quejas y otras reacciones que pueden conllevar la reaparición del objeto. Enseguida empezará a tirar cosas al suelo para ver cómo tú las recoges.
Es fundamental que facilites a tu hijo los objetos que necesita para realizar estos experimentos y que lo animes a poner a prueba sus «teorías». De todos modos, deberás asegurarte de que todos los objetos que le das son irrompibles, ligeros y lo suficientemente grandes para que no se los pueda tragar. Si estropea o pierde sus juguetes habituales o dejan de interesarle, las cucharas de plástico o madera, las tazas irrompibles, las tapas de botes y las cajas son objetos muy baratos y entretenidos.
Otra de las cosas importantes que aprenderá tu hijo durante este periodo es que los objetos continúan existiendo aunque él no pueda verlos (un principio que denominamos permanencia de objeto). Durante sus primeros meses de vida tu hijo asumía que el mundo consistía exclusivamente en lo que él podía ver. Cuando tú salías de su habitación, él asumía que te habías desvanecido; cuando regresabas, te veía como una persona completamente distinta. Del mismo modo, cuando tú le escondías un juguete debajo de la manta o dentro de una caja, tu hijo pensaba que había desaparecido y no se preocupaba en buscarlo. Pero después de cumplir los cuatro meses, tu hijo empezará a darse cuenta de que el mundo es mucho más permanente de lo que él creía. Tú eres la persona que le saluda cada mañana. El osito de peluche de esta noche es el mismo con el que durmió ayer. El cubo que tú acabas de esconder detrás de la caja no ha desaparecido. Jugando a esconder cosas tu hijo continuará aprendiendo algo nuevo cada vez sobre la permanencia de objetos durante los próximos meses.
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