suscríbete: Entradas | Comentarios
¿Cómo interpretar el dibujo que hacen los niños? (III)
¿Cómo interpretar el dibujo que hacen los niños? (III)
Aclaraciones previas
A. La interpretación del dibujo de la figura humana ha sido objeto de estudio en la tradición de la psicología destacando de forma especial los realizados por Koppitz.
B. Su interpretación debe realizarla personal cualificado.
C. Como norma general, el análisis de estos indicadores debe ser interpretado en el contexto del dibujo total más que como rasgo independiente.
Se presentan aquí indicadores emocionales no validados por estudios experimentales.
1- Cabeza grande. Parece ser que puede tener diferentes interpretaciones. La cabeza grande es común en los dibujos de los más pequeños. A partir de la etapa escolar se asocia con esfuerzo intelectual, inmadurez, agresión, retardo mental, migraña o preocupación por el rendimiento escolar. Parece, pues, que podría reflejar inquietud por algún aspecto acerca de la adecuación y funcionamiento mental, pero no es posible en base a esta prueba determinar cual de ellos está implicado.
2- Ojos vacíos u ojos que no ven. Por una parte han sido descritos como signo normal en los dibujos infantiles y por otra han sido asociados con sentimientos de culpa, vaga percepción del mundo, inmadurez emocional, egocentrismo, dependencia, vouyerismo. Es posible que la interpretación de este indicador sólo pueda efectuarse en población adulta, siendo más controvertida su explicación en niños.
3- Mirada de reojo. Se ha sostenido que la mirada de reojo en el dibujo de la figura humana es un indicio de suspicacia y tendencias paranoides. Su frecuencia de aparición aumenta con la edad (10, 11, 12 años) dándose tanto en población clínica como normal. Otras explicaciones apuntan a timidez, temor al mundo exterior, pero también, habilidad para dibujar. Se ha observado que los niños más inteligentes dibujan más a menudo miradas de soslayo. El análisis de este indicador debe ser, pues, interpretado en el contexto del dibujo total más que como rasgo independiente.
4- Manos ocultas. Se han asociado con dificultad en el contacto, evasividad, sentimientos de culpa, necesidad de controlar la agresión y rechazo a afrontar una situación (pasividad). Del estudio se desprende que algunos niños ante la dificultad que supone dibujar una mano preferían eludir la tarea ocultando las manos detrás de la figura, cubriéndolas con otro objeto o colocándolas en los bolsillos. Tal conducta no puede ser considerada patológica sino más bien revela un buen juicio. De todas formas, se aconseja interpretar este indicador emocional en base a la presencia o no de otros indicadores emocionales validados (sombreado, dientes…).
5- Figura interrumpida en el borde. La conclusión en el estudio de Koppitz de este indicador no aporta ningún denominador común. Los historiales de los niños que lo presentaron mostraban una gran variedad de problemas y síntomas conductuales. También abarcaban niveles de edad, de C.I. y calificaciones de rendimiento escolar muy variados. Parecería que el significado de la figura cortada depende, por lo menos hasta cierto punto, de cuál parte de la figura ha sido seccionada. Así, el corte de las piernas enteras parece reflejar inseguridad, falta de base o de apoyo seguro.
6- La línea de base o suelo. Por lo general se relaciona con necesidad de apoyo, inseguridad o necesidad de un punto de referencia. Estas hipótesis pueden ser ciertas pero, tal como apunta la autora, los niños pequeños viven en un mundo de «grandes» y dominantes (en función de su edad y tamaño) y es normal que necesiten apoyos. Las líneas de base se han encontrado en diferentes edades tanto en niños como en adultos y no puede considerarse un indicador clínicamente significativo de perturbación emocional.
7- El Sol o la Luna. Han sido asociados con amor y apoyo parental y con la existencia de una autoridad adulta controladora. Estas dos actitudes parentales no son, por supuesto, mutuamente excluyentes. Más niños bien adaptados que pacientes clínicos dibujaron soles en sus dibujos.
8- Las líneas fragmentadas o rotas. Se han asociado con temor, inseguridad, sentimientos de inadecuación, ansiedad, terquedad y negativismo. Parece habitual el incremento regular de las líneas fragmentadas con el aumento de la edad. Se podría argüir que los preadolescentes como grupo tienden a ser inseguros y ansiosos y que esto se refleja en el empleo de trazos interrumpidos en sus dibujos.
Recuerde:
A. La interpretación del dibujo de la figura humana ha sido objeto de estudio en la tradición de la psicología destacando de forma especial los realizados por Koppitz.
B. Su interpretación debe realizarla personal cualificado.
C. Como norma general el análisis de estos indicadores debe ser interpretado en el contexto del dibujo total más que como rasgo independiente.
ATENCIÓN PSICOPEDAGÓGICA
A DOMICILIO
en Barcelona, Sant Cugat, Sabadell, Terrassa, Vallès Occidental.