05 / 10 / 2024

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¿Cómo educar la asertividad?

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¿Cómo educar la asertividad?

Los padres educan la asertividad e influyen en la construcción de la autoestima, pero deben considerar los siguientes aspectos:

1. Atención a las proyecciones: los adultos tendemos a proyectar nuestros propios temores y experiencias negativas en los hijos. Tenemos la tendencia a proteger de forma excesiva a lo hijos y esto hace los hace personas desconfiadas (temerosas e inseguras). Los temores los transmiten los padres con sus actitudes, sus comentarios… (por ejemplo, cuando estamos continuamente pendientes de lo que los demás dicen de nosotros…)

Debemos aceptar al niño con sus ideas y actitudes, y dejarle tener su propia opinión y respetar sus experiencias. El papel del adulto en este caso es transmitir al niño su opinión si éste se la pide y únicamente limitarnos a aconsejar o contar nuestras propias experiencias huyendo de los planteamientos categóricos y del establecimiento de reglas rígidas o valoraciones demasiado rápidas, prejuiciosas o irracionales.

2. No confundir un error puntual con una característica de la personalidad. Debemos cuidar los mensajes que dirigimos a los niños y la forma de hacerlo. En todo caso censuramos conductas, no personas. Un niño que reiteradamente recibe el mensaje de que es malo, termina asumiendo ese rol, creyendo que realmente es malo porque además recibe el mensaje de alguien en quien confía (madre, padre o maestro). Evita a toda costa etiquetar a tu hijo.

3. Las expectativas hacia los niños deben ser razonables y adecuadas a su nivel y edad. A cada nivel madurativo le corresponden unas pautas de conducta. El problema para los niños se presenta cuando se les exigen cosas para las que todavía no se encuentran preparados (determinadas responsabilidades…)

4. Se trata de ser empáticos con el niño. Es a través de las conversaciones diarias, comentando noticias… como podemos introducir el tema de los derechos y así el niño irá incorporando a sus conocimientos el de la existencia de unos derechos que él tiene que respetar, pero que también han de respetarse en él.

5. Una buena idea es reforzar las capacidades. Cuando el niño se comporte de forma correcta, es adecuado dirigirle un halago: «- Muy bien, has demostrado que eres capaz para controlar la situación y decidir por ti mismo».


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