La alimentación en niños de ocho a doce meses

Hitos madurativos de la alimentación en niños de ocho a doce meses

A esta edad los bebés suelen ingerir entre 750 y 900 calorías diarias, de las cuales, entre 400 y 500 deberían proceder de la leche, materna o artificial (680 cc diarios). De todos modos, si te parece que tu hijo tiene menos apetito que durante los primeros ocho meses, no te preocupes. Esto se debe a que su tasa de crecimiento está disminuyendo, y también que hay muchas cosas nuevas e interesantes que captan su atención.

A los ocho meses, es posible que quieras introducir productos «junior» (para bebés mayores). Éstos son algo más densos que los alimentos tamizados, vienen en paquetes de más capacidad y exigen masticar más. También puedes ampliar la dieta de tu hijo añadiendo alimentos blandos, como puddings, puré de patatas, yogur o gelatina. Los huevos son una excelente fuente de proteínas, pero, al principio, dale sólo la yema, ya que su valor nutritivo es mayor y la clara es más probable que provoque reacciones alérgicas.

Dentro de uno o dos meses ya podrás darle el huevo entero. Deberás introducir un solo alimento nuevo cada vez y esperar dos o tres días antes de introducir otro para tener la seguridad de  que tu hijo no presenta ninguna reacción alérgica.

Cuando tenga entre ocho y nueve meses, puesto que sus habilidades manipulativas habrán mejorado notablemente, puedes darle su propia cuchara y dejarle jugar con ella a las horas de las comidas. En cuanto aprenda a cogerla, guía su mano para que coja un poco de comida y déjalo que intente comer él solo. No esperes grandes cosas al principio: va a caer más comida en el suelo y en la trona que dentro de su boca.

Ten paciencia y resístete a la tentación de retirarle la cuchara. No sólo necesita practicar sino saber que tú confías en que puede comer solo. Durante cierto tiempo quizás sea conveniente que vayas alternando las cucharadas fallidas de tu hijo con las cucharadas que le vayas dando utilizando una cuchara distinta. En cuanto sepa llevarse la cuchara a la boca, podrás seguir llenándole la cuchara para reducir el caos y evitar desperdiciar demasiada comida. De todos modos, deja que sea él quien se lleve la cuchara a la boca una vez esté llena.

Cuando empieces a dejarle utilizar la cuchara, probablemente las cosas irán mejor si tiene mucha hambre, pues así estará más interesado en comer que en jugar. Aunque a esta edad tu hijo comerá sólo tres veces al día es posible que no desees imponer a los demás miembros de  la familia su comportamiento caótico a la hora de las comidas. En la mayoría de las familias se llega a un punto medio, dándole al bebé la mayor parte de la comida justo antes de que el resto de la familia empiece a comer y dejándole que ocupe su sitio en la mesa y vaya picando cosas que se pueden comer con las manos.

Los alimentos que un bebé puede comer con las manos incluyen tostadas crujientes, pasta bien cocida, trocitos pequeños de pollo, huevos duros, cereales y rodajitas de plátano. Intenta ofrecerle una variedad de sabores, formas, colores y texturas, y presta atención por si se atraganta con un trozo demasiado grande. Así mismo, puesto que tu hijo tenderá a tragarse las cosas sin masticar, no le des nunca trozos grandes de zanahoria, nueves, uvas, palomitas de maíz u otros alimentos redondos y duros. Los atragantamientos también pueden producirse con las salchichas, por lo que siempre se debe cortar en trocitos.

 La alimentación en niños de ocho a doce meses.

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