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La autorregulación
La autorregulación es una forma de controlar la acción y en ello intervienen varios elementos: la cognición, la metacognición, la motivación, la conducta y el contexto.
La cognición tiene que ver con tener claro qué es relevante dentro de toda la información que se te presenta. Todo es importante, pero hay partes clave dentro de la misma, que servirán de guía para la elaboración de tus actividades.
La metacognición se refiere a que es necesario que seas consciente de cómo se genera en ti el proceso de enfrentarte a la realidad. Por ejemplo, tienes que saber dónde tienes más dificultades y dónde más posibilidades de afrontar con éxito la realidad que se te presenta.
La motivación (los incentivos, internos y externos) que mueven a la persona hacia la consecución de una meta. Se distingue entre motivación intrínseca (el incentivo se encuentra en la propia realización de la conducta) y la motivación extrínseca (el incentivo se encuentra fuera de la realización de la conducta.)
La conducta tiene que ver con lo qué haces para alcanzar o no determinada meta. Debes ser consciente de ello, ¿por qué actúas de tal o cual manera si algo te sale mal o bien?, ¿ qué aspectos desearías mejorar en relación con tu conducta?
El contexto es el medio que te rodea, ¿en qué circunstancias estás?, ¿si cuentas con las condiciones ambientales y físicas que te permitan afrontar la situación con éxito?, es decir, todo aquello «relevante» que tiene que ver con tu vida cotidiana y que deberás considerar en el momento adoptar la decisión de afrontamiento. (La Autorregulación. «Curso Propedéutico». Universidad Abierta y a Distancia de México. 20 de abril de 2013.)
La autorregulación. ATENCIÓN A DOMICILIO en Terrassa, Sabadell, Rubí, Sant Cugat, Cerdanyola, Barcelona, Vallès Occidental.