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Para reducir el enfado
Para reducir el enfado es conveniente convencer al niño de que él es capaz de controlar el enfado antes de que se transforme en ira. Para ello podrá hacer un esfuerzo y practicar ejercicios como los que vienen a continuación.
Se puede volver a la situación de enfado que se eligió de la lista, recordarle lo primero que sintió y decirle que en ese momento tendrá que hacer alguna de estas cosas:
Contarle a algún amigo lo que le pasa.
Contar hasta 10 antes de ponerse a insultar, gritar o pegar a alguien.
Recibir o dar un abrazo.
Retirarse a su habitación y pensar si la situación que le provoca ira es tan grave.
Buscar soluciones al problema que se plantea.
Golpear una almohada.
Hacer un dibujo de su ira.
Dar cinco vueltas a casa tan rápido como pueda.
Pensar en cosa buenas (unas vacaciones divertidas o su deporte favorito).
Darse una vuelta en bicicleta o ir a patinar.
Además de todas estas soluciones, se le puede enseñar a relajarse mediante esta sencilla técnica:
1. Apretar los puños y contar hasta diez. Soltar lentamente para ir dejando que el cuerpo se vaya relajando.
2. Inspirar profundamente y aguantar la respiración contando hasta 10. Soltar el aire dejando que todo el cuerpo se vaya aflojando.
3. Respirar de manera normal, contando desde 10 hasta 0 en cada respiración, dejándose relajar más y más a cada paso.
4. Imaginar una escena o un lugar especialmente agradable con todo lujo de detalles.
Para reducir el enfado.
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