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¿Los castigos sirven para algo?
¿Los castigos sirven para algo?
El castigo no debe sacralizarse como un medio más de extinción de conductas; pero recurrir a él supone el fracaso de otros medios educativos (refuerzos positivos, autoestima, empatía, diálogo interior…)
Los castigos se pueden utilizar cuando se dan situaciones extremas en las que, las buenas dosis de ejemplos, la persuasión y la reflexión no surten efecto y es necesario restablecer un cierto equilibrio en la conducta.
Un remedio será pues seguir una «medicación» adecuada basada en premios y castigos, además, claro está, de actuar en otros frentes.
Los premios y los castigos; cuanto menos mejor
Retomando el símil de premios y castigos como medicinas, evidentemente su uso no puede ser indiscriminado ni generalizarse. Al igual que cualquier medicamento, es preciso adecuar su administración a la necesidad concreta del «paciente» y tener en cuenta sus contraindicaciones y efectos secundarios.
Son recomendables y adecuados si se usan como medios temporales de obtención de logros y siempre de forma apropiada.
Considera los siguientes aspectos:
o Que sean pocos.
o Que sean cortos.
o Que sean proporcionados.
o Que sean educativos.
o Comprendidos.
o Inmediatos.
o Avisados con antelación.
Ojo. Es la conducta lo que se castiga o censura, no la persona.
Efectos secundarios de los castigos.
AVISO IMPORTANTE:
NUNCA LOS CASTIGOS PUEDEN ATENTAR
CONTRA LOS DERECHOS Y LA DIGNIDAD DE LOS NIÑOS
ATENCIÓN PSICOPEDAGÓGICA
A DOMICILIO
en Barcelona, Sant Cugat, Sabadell, Terrassa, Vallès Occidental.