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Educar el uso de WhatsApp
Explícales que si envían una fotografía por WhatsApp perderán el control por siempre. Incluso en el Snapchat (*) si el receptor hace una captura de pantalla del móvil también se quedará con la fotografía para siempre.
Genera suficiente confianza como para que te reenvíen los chistes, bromas e imágenes viralizadas que les lleguen por WhatsApp. Ya te anticipo que es mucha la confianza que debes haberte ganado para que tu adolescente te reenvíe archivos o te deje ver los que tiene. Es conveniente no censurar de entrada, se trata de comentarlas y contextualizarlas, ya que algunas de las imágenes que circulan pueden ser inapropiadas.
Si bien en WhatsApp se suele escribir rápido y mal, en etapa de aprendizaje no ayuda. Anímales a vencer la pereza y a escribir con acentos, guiones, apóstrofes y mayúsculas. Todo un reto.
Transmite que WhatsApp no debería ser una actividad por sí misma, sino simplemente un medio de comunicación para mantener la relación con algunas personas. El móvil debe quedar en segundo plano siempre, no puede sustituir la relación directa entre las personas.
A la cama se va a dormir. El WhatsApp, pues, silenciado y el móvil preferiblemente apagado o desconectado de Internet y fuera de la habitación, con el resto de móviles en una zona común. Su descanso no puede quedar en manos de algún contacto desvelado.
(*) Snapchat funciona de forma similar a una aplicación de mensajería instantánea permitiendo añadir contactos y enviarles mensajes en forma de fotos o vídeos. La principal diferencia es que el emisor selecciona el tiempo en el que el receptor podrá ver ese mensaje (de 1 a 10 segundos), antes de que este desaparezca.
Educar el uso de WhatsApp.
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