Aprender a no agobiarse

Se presentan aquí algunas pautas para que padres e hijos puedan aprender a no agobiarse.

1. Aprende tú y enseña a tu hijo a relajarse.

2. Procura ser un modelo de autocuidado ante tu hijo, procura realizar ejercicio como hábito e interésate por la actividad física de tu hijo. El ejercicio como hábito no supone necesariamente una actividad deportiva. Se trata más bien de mostrar una actitud favorable hacia conductas que no signifiquen inactividad.

3. Organiza tu día sin exprimirte y plantea metas que no sean  demasiado altas.

4. Cuando sientas que te estás desesperando, detente. Enseña a tu hijo a hacerlo. Ejecuta algunos movimientos conscientes para ir más despacio.

5. Vive el momento cuando quieras, no te martirices pensando en el mañana o en el pasado. Procura que tu hijo realice actividades autotélicas.

6. Habla sobre tus problemas con ese único amigo o con tu familia para no retener tu sólo las preocupaciones.

7. Escápate, «sal de escena» durante un breve periodo de tiempo para organizar tus ideas.

8. Divide las tareas grandes y complejas en unas más pequeñas y fáciles.

9. No hay que buscar la perfección en todo. Es humano equivocarse.

10. Descansa y estírate, es fundamental.

11. Come bien, sano y despacio.

12. Estresarse es un comportamiento aprendido; puede ser cambiado.

13. La música puede ser útil para calmarte.

14. Procura ser positivo.

15. Siempre hay opciones distintas a la que pensamos que es única.

 Aprender a no agobiarse.

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