¿Existe la WhatsAppadicción?

¿Existe la WhatsAppadicción?

Es evidente la fascinación que ha provocado en adolescentes y adultos llevar un ordenador móvil en la mano (smartphone).

Un adolescente puede tener una media de 250 contactos y realizar  unas 150 conexiones diarias a las diferentes aplicaciones. En una semana 1050 «atenciones» a temas que, en la mayoría de casos, no responden a las necesidades «reales» del adolescente (o adulto) en ese momento. Estas «atenciones al móvil» son un claro elemento distractor de la atención que el joven puede necesitar para otros temas, por ejemplo: estudiar.

Los padres deben enseñar a sus hijos a utilizar estas herramientas. En primer lugar, no anticipándose a su compra y, si ya lo han comprado, dando ejemplo del uso y poniendo límites al mismo.

WhatsApp o Line son aplicaciones que pueden ser de gran utilidad pero, mal usadas, reúnen dos requisitos para ser potencialmente adictivas para los adolescentes (y adultos). Desde mi punto de vista, esos dos requisitos son: la percepción de «inmediatez»  y el sentimiento de «control». Aspectos fundamentales en la vida del adolescente.

Compartir fotos, videos y textos de forma incorrecta o poco racional, puede conducir a un «alejamiento» de la realidad, pues la idea que nos hacemos de ésta, no corresponde necesariamente con la realidad misma. Un neuro-lingüista diría aquello de: «El mapa no es el territorio». Es decir, la idea que nos hacemos de algo, no corresponde necesariamente con «ese» algo.

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