Violencia filoparental

Violencia filoparental

La violencia filoparental la ejercen algunos niños y adolescentes sobre sus padres, consiguiendo que éstos se sientan amenazados y temerosos,  intimidados y controlados. Estos  comportamientos pueden implicar un abuso verbal (insultar, amenazar, robar…) o físico (golpear, empujar…) o ambos a la vez.

Según los estudios la edad media de los niños que agreden a sus padres es de 16 años. Las estadísticas europeas reflejan que los agresores son cada vez más jóvenes y numerosos pese a que existe un gran secretismo: las víctimas, que en su mayoría suelen ser las madres, se sienten culpables. Si es difícil denunciar a tu pareja, lo es más denunciar a tu hijo.

Un estilo educativo excesivamente autoritario o demasiado permisivo es el caldo de cultivo idóneo para este tipo de agresiones. Igualmente, ser testigo de la violencia entre los propios padres o que los progenitores empleen el castigo físico o psicológico con sus hijos incrementa las posibilidades de que los hijos agredan a sus padres. Los hijos tienden a reproducir los patrones de conducta que ven en casa.

Un trato basado en el afecto y la comunicación , sin recurrir a la agresión física y psicológica, junto con una serie de normas básicas, supervisión y disciplina adecuadas, evitan este tipo de conductas y sus consecuencias.

La violencia filoparental deteriora los vínculos entre los miembros de la familia, con importantísimos costes emocionales entre los que la padecen y en muchos casos, con implicaciones penales y la adopción de medidas de protección del menor por parte de las autoridades judiciales y sanitarias.

La violencia filoparental. ATENCIÓN A DOMICILIO en Terrassa, Sabadell, Sant Cugat, Cerdanyola, Rubí, Vallès Occidental, Barcelona.