19 / 03 / 2024

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Impacto de la separación en los jóvenes de 13 a 18 años

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LA SEPARACIÓN EN LA ADOLESCENCIAEstamos en plena adolescencia. Una época delicada, en la que pueden quebrarse aspectos de la personalidad de los jóvenes si la crisis matrimonial no es conducida por los cauces civilizados de respeto entre todas las partes involucradas.

El psiquiatra Dr. Paulinio Castell, plantea en Los padres no se divorcian de los hijos (1) una serie de indicaciones para abordar el impacto de la separación en los jóvenes de 13 a 18 años.

Para el prestigioso doctor, la característica más destacable de cómo afecta la separación al adolescente es la aparición de un profundo sentimiento de pérdida. Que se puede manifestar en el joven por una desagradable sensación de vacío, dificultad para concentrarse, fatiga crónica, pesadillas intensas, etcétera, y abocar todo ello en la constitución de un cuadro de severa depresión o de conductas disfuncionales.

En psiquiatría se entiende que durante la adolescencia se produce la pérdida de la infancia y esto «provoca en el adolescente un cierto clima emocional con tendencia depresiva. Así, si al sentimiento de pérdida propio del adolescente (por la infancia perdida), que precisa del consiguiente proceso de duelo o luto emocional, le añadimos otro sentimiento de pérdida (por la fractura familiar), sentimiento más real y tangible si cabe…, es fácil entender que estamos haciendo equilibrio sobre peligrosas arenas movedizas que pueden dejar al descubierto la fragilidad de este periodo de la vida en la vida del hijo de padres separados.»

Es muy importante advertir que, si aparecen ideaciones suicidas, éstas deben tratarse de manera urgente con algún profesional sanitario. «Es en estos momentos de desolación cuando la comprensión de un adulto no angustiado (que deja expresar al adolescente, sin reprochárselo, sus sentimientos depresivos que le manifiesta confidencialmente) pasa a ser el mejor apoyo, incluso sin que el propio adulto sea consciente de su papel consolador, y el mejor paño de lágrimas que necesita el joven en esta delicada situación

Para el profesor Castells otro fenómeno que puede darse es la llamada retirada estratégica o aplazamiento de la entrada en la adolescencia. «Acceder a la etapa adolescente supone un a maduración de la personalidad y un crecimiento moral, que algunos muchachos aplazan antes de involucrarse en este nuevo nivel madurativo. Esto puede ser temporal que aplaza la entrada, pero hay quien presenta una prolongada interferencia temporal entrando en una especia de stand by, en el cual el joven se acomoda a la edad cronológica en la que está, en espera de mejores circunstancia para ir subiendo peldaños (muchas veces hacen regresiones a conductas infantiles).» Esta fase de aplazamiento suele provocar en los chicos malestar y ansiedad.

La visión más realista de la situación familiar agudiza los sentimientos del adolescente hacia sus progenitores, y se producen cambios en la relación padres-hijos. El sentimiento de enfado hacia los padres es una respuesta común en la mayoría de adolescentes. Con todo, también hay un reconocimiento de la infelicidad de los progenitores (al menos de uno de ellos) y de que necesitan ayuda. Esta situación cataliza el incremento de maduración y responsabilidad, evidente en la mayoría de estos jóvenes, que empiezan a preocuparse por las necesidades económica de la familia e intentan, en algunos casos, el papel del progenitor ausente (lo cual entraña ciertos riesgos).

Bibliografía

(1) Paulino Castell. Los padres no se divorcian de los hijos. Ed. Aguilar 2009


Impacto de la separación en los jóvenes de 13 a 18 años.

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