Eliminar conductas

Eliminar conductas

La Técnica de la Extinción permite reducir la frecuencia de una conducta no deseable ignorándola cuando se produce. De esta manera, llega a producirse la extinción de la misma al no recibir ningún refuerzo que la mantenga.

Cuando intentes extinguir una conducta, por lo general, se producirá un aumento del comportamiento negativo, que pondrá a prueba el nuevo límite con un despliegue de conducta emocional en forma de enfado. El padre que acepta esta reacción normal y que no responde a la conducta del niño encontrará que los estallidos se hacen menos frecuentes y que el comportamiento no deseado también disminuye o desaparece.

La extinción debe ser aplicada siempre que se produzca la conducta, no siendo susceptible de hacerlo de manera intermitente, ya que, en este caso, se reforzaría la conducta y sería contraproducente para el cambio que buscamos.

Ignorar la conducta es una técnica muy fácil y de gran eficacia. En muchas ocasiones la familia, al aplicar un castigo por una conducta indeseable, lo que hace es, a veces, reforzarla; mientras que si la hubiera pasado por alto sin prestarle atención, el niño, al ver que no se le hace caso y que aquella conducta no es útil para él, dejaría de realizarla, con lo que desaparecería por extinción.

Es evidente que el sentido común y la sensatez deben prevalecer respecto de ignorar o no la conducta del niño.

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