El desarrollo social del niño a los 2 años

El desarrollo social del niño a los 2 años

Durante su segundo año se formará una imagen muy específica de su mundo social (familiares, amigos, conocidos). Él está en el centro de todo, y, aunque probablemente tú estés muy cerca de él, lo que más le preocupa ahora es dónde está todo en relación a su propia persona. Sabe que existen otras personas y, en cierto modo le interesan vagamente, pero no tiene la más mínima idea de qué piensan o cómo se sienten.

Como te podrás imaginar, esta forma de ver el mundo (egocentrismo) representa un obstáculo para que los niños de esta edad puedan jugar con otros niños en un sentido plenamente social. Tendrá que cumplir los 6 años para que este egocentrismo se corrija. Ahora, juegan uno al lado de otro y compiten por los juguetes, pero es muy difícil que participen en actividades o juegos realmente cooperativos. A un niño de esta edad le gusta observar y estar cerca de otros niños, sobre todo si son un poco mayores que él. Es posible que intente imitarlos o que los trate como trata a las muñecas pero le extrañará mucho que ellos intenten hacer lo mismo con él y probablemente se resistirá.  Es posible que les ofrezca juguetes o cosas de comer, pero también es posible que se enfade si se les ocurre  coger lo que les ofrece.

Compartir no tiene ningún sentido para un niño de esta edad: se cree que todo le pertenece. La mayoría de ellos son tan asertivos como egocéntricos, por lo que la competencia por los juguetes provoca frecuentes peleas y lloros. ¿Cómo puedes reducir este tipo de enfrentamientos cuando tu hijo esté con otros niños?. Intenta que haya juguetes de sobras para todos (y prepárate para hacer de árbitro.)

A esta edad tu hijo será muy posesivo. Si otro niño se atreve a tocar alguno de sus juguetes, probablemente irá corriendo hacia él y se lo quitará. Dile que el otro niño «- Sólo esta mirándolo» y que «- Está bien que le dejes jugar con él un ratito».  Pero, también, hazte eco de su preocupación, diciéndole   «- Sí, este es tu juguete; puedes estar tranquilo, no se lo va a llevar». Puede ayudar bastante no permitir que los demás niños jueguen con los dos o tres juguetes favoritos de tu hijo. Así, sentirá que tiene cierto control  sobre el mundo que le rodea y será menos posesivo con el resto de sus pertenencias. Llévate al parque algún juguete de más.

Puesto que los niños de esta edad apenas tienen conciencia de los sentimientos ajenos, pueden ser bastante brutos al relacionarse con otros niños. Incluso cuando pretenden expresar afecto, pueden empujarse, darse codazos, tirarse del pelo o golpearse demasiado fuerte. (Les ocurre lo mismo cuando se relacionan con animales). Cuando se enfadan, pueden dar patadas, pegar, empujar, sin darse cuenta de que están haciendo daño. Por este motivo, deberás estar pendiente siempre que juegue con otros niños de su edad e intervenir en cuanto lleguen a las manos. Dile: » – No pegues !! «, y redirige su atención hacia un juego amistoso.

Cuando tenga unos dieciocho meses, sabrá decir su nombre. A la misma edad, identificará su propia imagen en el espejo y empezará a mostrar mayor interés por cuidarse.

Conforme se acerque a su segundo cumpleaños, es posible que empiece a lavarse las manos y los dientes si le enseñas cómo debe hacerlo. También colaborará cuando lo vistas y, sobre todo, cuando lo desvistas.

Independientemente  de que estés leyendo el periódico, barriendo el suelo, doblando ropa o preparando la cena, él querrá «ayudar». Intenta convertir este «querer ayudar» en un juego. Si estás haciendo algo en lo que tu hijo no puede colaborar (porque es peligroso o tienes mucha prisa) busca una alternativa, otra «tarea» en la que pueda  participar. No ridiculices ni desalientes estas maravillosas ganas de ayudar. Ayudar, igual que compartir, es una habilidad social de vital importancia y, cuanto antes la adquiera, más agradable será la vida para todos.

ATENCIÓN PSICOPEDAGÓGICA

A DOMICILIO

en Barcelona, Sant Cugat, Sabadell, Terrassa, Vallès Occidental.