19 / 04 / 2024

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¿Cómo tratar a un niño hiperactivo impulsivo? (I)

2 comentarios

¿Cómo tratar a un niño hiperactivo impulsivo? (I)

Ser flexible  

Un niño hiperactivo necesita de mucha paciencia y perseverancia por parte de sus educadores. Acepta que tiene este trastorno y cuidad su autoestima. No tiréis la toalla. Igualmente le tendréis que dar consejos, enseñar a enfrentarse a diferentes situaciones de la vida… Esos consejos le servirán durante toda su vida. La parte más difícil es mantener un equilibrio entre la coherencia y flexibilidad. Todo un reto!

Dar instrucciones y explicaciones cortas y sencillas.

Para evitar la frustración por todas partes, evita explicaciones que nunca terminan.

Pídele que te mire a los ojos y luego deja que repita lo que acabas de decir, sólo para ver si ha entendido, y para que la información se registre adecuadamente.

Ten presente que si a los niños ya les cuesta obedecer a la primera, a estos niños les cuesta mucho más. Necesitan que sus padres tengan grandes dosis de paciencia y se acostumbren a repetir las órdenes varias veces. La impulsividad y la inatención de muchos niños con TDAH les impide autocontrolarse.

Enséñale siempre a guardar los juguetes después de haberlos utilizado. Si tu niño tiene un juguete, es que el primero ha sido guardado. Que sea una condición. Todas las noches que haga una «torre» de juguetes en el lugar indicado. Este ritual se irá convirtiendo en rutina, paciencia.

A la una, a las dos… a la de tres !!. Consecuencia !! Dale una oportunidad. Cuando des una instrucción, asegúrate de que la ha entendido. A continuación, repite el conjunto mediante la adición de » – Una !! «, entonces, si todavía no se ha ejecutado, añadir » – Dos !! « y advierte que si debe dar la instrucción por tercera vez, habrá una consecuencia negativa. Haz una pausa, si observas que sigue sin hacer caso, llévelo al «lugar para pensar». El número de minutos que debe permanecer allí corresponde a su edad (por ejemplo: cinco años, cinco minutos). Vuestro hijo aprenderá rápidamente a reaccionar cuando escuche «- Una  !!», » – Dos  !!…»

El sistema de premios, privilegios.

También, o mejor, principalmente, los padres debemos centrarnos en sus éxitos. Establecer un sistema de recompensas basado en reglas que se  establezcan o desafía a corregir. Por ejemplo, si se recoge su ropa esta noche, 1 punto, si no ha habido ninguna «crisis» de esta mañana, 1 punto.

Los puntos acumulados pueden dar lugar a un derecho como ver la televisión más tiempo, elegir una comida de la semana o jugar con su juguete favorito. Recuerda que debes establecer el tiempo lo suficientemente corto entre el momento de empezar a recoger (por ejemplo) y premiar puntos. De lo contrario, se desaniman y tus esfuerzos serán infructuosos. Los sistemas de puntos son más efectivos entre los 6-7 y los 11-12 años.

Juega a la «carrera contra el reloj».

Que el ejercicio de sus funciones lo adquiera como un juego. Por ejemplo, la carrera contra el reloj. » – Tienes dos minutos para desnudarte y ponerte el pijama!». Facilítele el éxito. El niño verá un desafío y no una «tarea».

Reducir los estímulos.

La TV y los dispositivos informáticos a menudo molestan más que otra cosa, y es entonces difícil restablecer la calma. Son como papel secante; aspiran la emoción a su alrededor.

El medio ambiente tiene también una gran influencia en su nivel de «excitabilidad». Si está nervioso, rápidamente se activará. Si hay demasiado ruido o movimiento alrededor de ellos, son más propensos a excitarse.

Cuida su autoestima.

Intenta, aunque no siempre sea obvio, encontrar tres cosas buenas que tu hijo haya hecho en el día. Por ejemplo, ayudó a su hermana con el rompecabezas, escuchó las instrucciones para hacer la tarea, hizo un comentario hermoso… En definitiva, busca momentos del día en el que la conducta haya sido positiva.

Por último, no hay que olvidar que cualquier buena estrategia desafortunadamente tiene una vida limitada. Funciona por un tiempo y hay que cambiar de estrategia cuando ya no representa un beneficio.

Es agotador vivir con un niño hiperactivo, estar constantemente en alerta y repetir instrucciones sin tener la sensación de ser escuchado. A menudo aparecen conductas ansiosas o negativistas, oposicionistas o desafiantes, con la que resulta difícil convivir.

Para la mitad de los niños los síntomas desaparecen en la adolescencia o edad adulta temprana. Otros mantienen sus síntomas en la edad adulta. Sin embargo, con las herramientas y estrategias psicopedagógicas adecuadas aprenderán a vivir con este hándicap.


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  1. juliets franco Macias says:

    Muchas gracias buenas stratgias

  2. juliets franco Macias says:

    Muy buenas strategias

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