suscríbete: Entradas | Comentarios
Autorregulación correcta
Autorregulación correcta
El término autorregulación (a veces también llamada función ejecutiva) se refiere a la capacidad para controlar los impulsos de uno, tanto para dejar de hacer algo, si es necesario (incluso si uno quiere seguir haciéndolo) y empezar a hacer otra cosa, si es necesario (aunque uno no quiera hacerlo).
La autorregulación no se limita al ámbito socio-emocional; también puede aplicarse a los comportamientos cognitivos, tales como recordar o prestar atención. De hecho, la investigación indica que estas dos facetas de la autorregulación están relacionadas.
La autorregulación no se debe confundir con la obediencia o cumplimiento de una orden; cuando un niño se comporta de forma autorregulada puede retrasar la gratificación y reprimir sus impulsos lo suficiente como para pensar en el futuro y las posibles consecuencias de sus acciones o de considerar acciones alternativas que serían más apropiadas.
Ayudaremos a nuestros hijos a entrenar la autorregulación cuando:
- Les enseñemos a formular o asumir metas concretas, próximas y realistas.
- Cuando les enseñemos a observar su desempeño, ayudándose si es necesario con algún registro.
- Cuando evalúen con criterios realistas y cuidadosos.
- Cuando ajusten su actuación ponderando las demandas de la meta y su actuación real.
Así, la autorregulación les permitirá:
- Tomar decisiones sobre el tipo de estrategias que demanda una tarea específica.
- Valorar mientras están en camino de lograr una meta.
- Hacer ajustes en el enfoque o tipo de procedimiento que hayan decidido emplear.
Autorregulación correcta. ATENCIÓN A DOMICILIO en Terrassa, Sabadell, Rubí, Sant Cugat, Cerdanyola, Barcelona, Vallès Occidental.